LO QUE NUNCA NOS CONTARON


MI VIAJE POR GRECIA

19.06.2013 00:09

En este blog hablaré sobre mi viaje a tierras de los dioses griegos.

Mi viaje comienza en una ciudad situada en el norte de Grecia, Tesalónica, es una ciudad vieja, sucia, mal cuidada, llena de pintadas, llena de perros, llena de iglesias ortodoxas y poco iluminada, una de las cosas que me llamó la atención fue que la policía iba en parejas pero no en coches sino en motos. Lo único que pude visitar la primera noche fue una torre templaria que vigila el puerto y una estaua de Filipo III, padre de Alejandro Magno.

Comienzo mi viaje levantándome muy temparano, por delante me quedan más de 2000 km, mi primer destino paso de las Termópilas ( en este enclave situado a la mitad del país de Grecia, fue el escenario de una de las batallas más importantes y épicas de todos los tiempos; los 300 Espartanos contra el enorme ejército de Herges).

Atrás dejo 500 km y por fin llego a las Termópilas, incríble lugar, destacan sus colinas, su olor a azufre y su raro terreno, el suelo parece estar caliente...al lado de la carretera está la tumba monumentos a Leónidas, detrás de ella se encuentra la antigua línea de costa, desde donde Herges observaba los fracasos de su infantería contra los hoplitas griegos, ahora todo lo que hay es tierra. A unos metros más adelante encontramos un busto de Leonidas sin cabeza, lugar exacto donde Herges se la cortó. Me monto en el coche camino a Delfos, pero antes de partir obsevo un camino que me lleva a unas cascadas naturales donde la gente se está ballando, increíble la temperatura exterior es de tan sólo 2º, pero al ser aguas termales, la temperatura de estas es de unos 25º más o menos. Bajo del coche y me dispongo a tomar un baño, el agua tiene un olor a azufre y su textura es suave....

Después del baño me monto en el coche y sigo con mi aventura, desde aquí hasta Delfos me quedan unos 70 km de montaña muy dura.... Después de casi más de una hora de viaje y detrás de una curva me encuentro el pequeño pueblo de Delfos, es un pueblo tranquilo, mágico y lleno de tiendas de souvenirs y pequeños hoteles. Hago noche aquí y a la mañana siguiente muy temprano me dirijo hacia unos de los monumentos más importates de la humanidad, es maravilloso el complejo de Delfos, metido entre montañas, al lado de la carretera dirección Atenas se encuentra el Templo de Atenea, destaca su periplo, a continuación me dirijo al santuario de Delfos, la mañana es especial, no hay nadie en el complejo monumental y el sol está haciendo acto de presencia, es un escenario increíble, asciendo camino al templo de Apolo, lo primero que encuentro es unos restos romanos de lo que fue la antigua Delfos en tiempos de Agripa, sigo subiendo y llego a huevo que dividía la tierra en dos partes, la leyenda cuenta que Zeus lanzó dos águilas uno para el este y otra para el oeste, el punto en el cual estas dos criaturas se encuentren marcará el punto medio de la tierra y es aquí donde me encuentro el punto donde las dos águilas se encontraron, un poco más arriba me encuentro la roca de la Pitonisa, el gran oráculo de la antiguedad, cuantos emperadores se han postrado ante ella para pedirles consejo antes de una guerra. Andando un poco más encuentro el templo de Apolo, es increíble de él sólo quedan seis columnas, pero en la antiguedad tuvo que ser hermoso y enorme. Más arriba encontramos un teatro cuya vista es impresionante y al final del recorrido y muy arriba llego por fin a uno de los estadios más famoso de Grecia, donde se celebraban los juegos pictos, los 2º en importancia después de Olimpia.

Dejo atrás Delfos y me dirijo sur-este, me quedan unos 50 km hasta Marathón, lugar donde tuvo lugar la batalla y después victoria de los griegos contra los pesas, gracias a la ayuda de aquel hombre que recorrió los 45 km que separan Atenas de Marathón.

Llego a Marathón y lo primero que hago es hacerme una foto con la estatua de Meriades, el pueblo parece deshabitado su calles son muy estrechas casi no cabe el coche, sin duda es un pueblo sólo de verano, al llegar a la playa observo el mar Egeo e imagino lo que aquí sucedió hace 2000 años atrás, la playa esta solitaria y la arena esta muy sucia, está mal cuidada.

Dejo atrás Marathón y me dirijo dirección Atenas a unos 45 km más al este, por la ruta donde se celebran los marathones y donde hace 2000 años corrió aquel hombre.

La ciudad en sí es muy fea, con sus taxis de color amarillo, sus avenidas atestadas de vehículos, la mayoría de la gente va en motocicleta y su tráfico es infernal, los coches van peor que en Roma y nadie respeta a nadie, por la avenida principal me dirijo camino a la Acrópolis, al doblar una glorieta se me quita esa sensación de cabreo y me lleno de alegría y emoción al contemplar la Acrópolis allí en todo lo alto y con todo su esplendor. Os aconsejo las vistas nocturnas son espectaculares desde un mirador que hay al lado de ella. A medida que subes por las escaleras que te llevan al Parteón de Atenea, te quedas parlizado al observar la majestuosidad de las columnas que te dan la bienvenida al recinto, un poco más adentro el Partenón, sólo decir que es Impresionante, la gente que esta trabjando en él parece minúscula ante esas enormes columnas. Buena obra de arte hizo Pericles. Al lado derecho está el olivo que según la leyenda lo colocó Atenea cuando luchó contra Poseidón por el control de Atenas.

Dejo Atenas y me dirijo 70 km al sur dirección Korintios, lugar donde se reunieron las polis griegas para firmar la guerra contra los persas, antes de entrar en esta ciudad parada obligatoria para ver el canal de korintios con sus más de 200 metros de caída libre es impresionante y acojona mucho, dejo atrás el canal y me dirijo a uno de los castillos Otomanos más importantes de Grecia, hasta llegar a él el camino es una odisea, curvas, inclinaciones y mal firme. La entrada del castillo es muy empinada y el suelo está en muy mal estado, no vale dinero entrar y parece estar abandonado a su suerte, tiene muchos torres vigía, impresiona sus vistas, se ve toda la bahía de Korintios, lo más destacado es una pequeña iglesia ortodoxa, la cual está repleta de santos, da un poco de miedo.

Dejo atrás Korintios y me dirijo más al sur a unos 50 km a Argos, más conocida como Micenas la antigua tierra de Agamenón, rey que luchó en Troya. Al llegar a Micenas me sorprende la magnitud de las piedras que componen la calzada de los gigantes, la primera puerta es la puerta de los leones, parece increible la precision en la colocación de los leones que componen la puerta, según la mitología las piedras fueron colocadas por gigantes y en mi opinión no fueron colocadas por el hombre. A medida que avanzo observo el mal estado de las ruinas que llevan en pie más de 3000 años, la fortaleza y su camino me recuerdan a un gran cinturón, a lado norte de la fortaleza me llama la atención la forma que tiene una piedra, se parece a un casco espartano. Imposible de olvidar las vistas. Al final del recorrido me interno en su museo y lo que más me llama la atención es su adoración a las serpientes en la época micénica, las figuras que allí observo me recuerdan a aquellos pilotos de las naves sumerias con sus ojos salidos, sus cascos en forma de punta...Por supuesto impresionante la careta de oro de Agamenón. Al salir de la fortaleza a unos 20 m me doy de cruces con la tumba más impresionante, mágica e imposible de conseguir, la tumba de Agamenón, su interior escapa a los cánones de la arquitectura moderna y de la época, es un tolo de forma cónica terminado en punta, observo piedras que van desde el medio metro hasta los 5 metros, la piedra que más me sorprende es la que sostiene el triángulo de la entrada, ¿porqué tanta tumba para ese ser de la mitología?.....

Abandono micenas y me dirijo 126 km hacia el sur, me dirijo a Esparta, lo primero que me encuentro a la llegada del pueblo es un cartel que pone Esparta, el pueblo en sí es muy feo, sólo tiene dos calles principales, las casas son bajas tipo pueblo, resaltar sólo su museo, una estatua de los hoplitas y busto al final de la avenida de Leonidas. Impresiona su paisaje nevado que vigila Esparta. A la mañana dejo el hotel y me dirijo a las ruinas de la antigua Esparta, mi primera impresión es que estan abandonadas, llenas de hierbas, los monumentos son destruídos por le paso del tiempo.... Dejo la colina y me bajo, me encanta el silencio que reina, parece imposible que esto fuera los restos de la antigua Esparta, no hay rastro de sus casas, su poli, su foro.... sólo observo un teatro, los restos están repartidos por todas partes....la verdad es que me encuentro en un marco incomparable. Hay inscripciones, dibujos, y grabados en piedra, la tranquilidad del lugar y su estado te teletransportan a otra época.

Dejo la ruinas y me dirijo a su museo, es muy pequeño, lo que llama la atención es sus ídolos con alas, similares a la diosa Isthar ¿serían los mismos dioses? , el obejto que más me llama la atención es uno en forma de zeppeling, realmente no se lo que es y tampoco lo describen. Destaca también el único busto de Leónidas que se conserva en el mundo.

Dejo Esparta y me dirijo a Nemea 270 km al norte, Nemea es conocida en la mitología como la casa de León de Nemea, aquel que tenía una piel indestructible y que Hércules, en uno de sus trabajos, estranguló con sus propias manos. Pero nada más entrar en sus ruinas ni rastro de Hércules ni del León, lo primero que me encuentro es un esqueleto dentro de una urna , se trata de una mujer del siglo IV d.c. pero lo que mejor se conserva es el templo de Zeus, impresiona sus columnas, enormes, majestuosas....hay muchos capiteles por el suelo, al final de la visita me dirijo a su museo lo único destacable unos símbolos que se parecen a unos que encontré en new grange.... Dejo atrás el museo y antes de partir me paso por su estadio, lo único destacable es su tunel de vestuarios, se conserva perfectamente, por supuesto nada que ver con el estadio de Delfos.... Por cierto ni rastro de estatuas referentes al león o Hércules.

Sigo mi camino y me dirijo en dirección a Volos ciudad del Centauro Quirón, tras recorrer 290 km desde Nemea y con tiempo fatal llego a Volos, según la mitología este lugar es la casa del Centauro Quirón aquel que ayudó a héroes como Jason, Hércules, Aquiles...

La ciudad sorprende por el ambiente, es grande y mejor conservada que Tesalónica e incluso Atenas, es más limpia, más cosmopolita.... A la mañana siguiente me levanto temprano y me tomo por vez primera un café griego, por cierto asqueroso, una vez tirado el café me dirijo al museo de Volos, es un museo muy grande, con varias salas, adaptado a las necesidades de lo que tiene en su interior. Se divide en varias salas, dependiendo de la época....especial mención a las estelas de Demetrios, también llama la atención la diosa Nike o victoria para los griegos y la pieza que más me ha impresionado es la de una cabeza antropomórfica, no se sabe lo que es incluso no esta catalogada, en mi opinión tiene toda la pinta de ser un piloto. Dejo el museo y me encamino por le muelle en busca de los restos de un barco de la época micénica, lamentablemente no esta a la vista hasta Septiembre, así que me tengo que aguantar con una replica que ahi en una plaza.

Dejo atrás Volos y llego por fin a la meta de mi viaje Tesalónica, atrás más de 2000 km de aventuras.....

Sólo decir que Grecia me ha enamorado, su gente, su cultura, su mitología y su gastronomía....

BY TANA 2013

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